Para llevar a cabo con éxito cualquier estrategia en las redes sociales es imprescindible un Plan Social Media que guíe el curso que debe tomar el gestor de dichos canales: el Community Manager.
El Plan de Social Media es un Plan de Comunicación específico para la comunicación 2.0, que debe constar de los siguientes puntos:
1. Análisis de la situación: Tanto la individual, examinando las propias características de la empresa, entidad o institución, como de la competencia.
2. Objetivos: Detallar las intenciones que se tienen para estar en las redes sociales: ¿Por qué hemos decidido entrar? ¿Qué queremos conseguir?
3. Público: Localizar y definir a quién se quiere llegar. En toda comunicación se pretende enviar un mensaje a un receptor, pero ¿sabemos quién es éste?
4. Medios: Especificar con detalle en qué redes sociales vamos a estar presentes y por qué.
5. Concretar la estrategia, las acciones, las características, el estilo, la gestión, etc. que se seguirá en cada una de las redes sociales que se decidan.
6. Recursos: Determinar las personas y recursos que se van a destinar para ejecutar el plan.
7. Establecer una acción de arranque: Es recomendable hacer difusión de nuestro nuevo canal de comunicación, de nuestra presencia a partir de ahora en las redes sociales. Por ello es buena idea pensar una o varias acciones para empezar con fuerza, ya sean promociones especiales para admiradores o seguidores, publicidad en las propias redes, campañas de interacción y participación, etc.
8. Fijar un protocolo de crisis: Al entrar en las redes sociales y establecer una comunicación 2.0 (donde prima la conversación con los clientes-usuarios) hay que tener muy en cuenta la posibilidad de que se provoque una crisis o situación de crítica e insatisfacción por parte de la comunidad que hay que saber afrontar. Algo que debe incluir este protocolo es cuándo se está dando una crisis y no dejarnos llevar por las críticas aisladas, qué medidas se tomarán y quién las ejecutará.
9. Monitorizar: Si se ha entrado en las redes sociales es para conseguir un objetivo concreto, por ello hay que saber si nos estamos acercando a él o hay que cambiar algo del plan porque parece que no está teniendo éxito. Medir los resultados es fundamental para valorar el desarrollo del plan y para actuar en consecuencia.
10. Revisión del plan. El plan debe ser revisado con frecuencia, dependiendo del tamaño de la empresa, entidad o institución. Lo recomendable es cada seis meses.
Derechos de imagen: Tijana
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